¿Existen las corazonadas?

El cuerpo sabe cosas que el cerebro aún desconoce conscientemente pero que empieza a interpretar antes de razonar. Las emociones expresadas en el cuerpo funcionan como una alarma que nos alerta de riesgos, errores… esto explica las corazonadas.

En el mundo de la toma de decisiones hay dos formas distintas de decidir: por una parte, las decisiones racionales conocidas por todos y por otra las DECISIONES NO RACIONALES o corazonadas. En éstas últimas las emociones tienen un papel relevante al comunicarse con el cerebro a través del cuerpo.

Pongamos por ejemplo algo es aburrido o divertido, no solo lo sé porque lo razono sino porque atiendo a mensajes del cuerpo (relajación, somnolencia, …) que la razón acaba interpretando. Otro ejemplo es el aumento de latidos del corazón cuando vemos a alguien que nos gusta, este mensaje es el cuerpo que se adelanta a la razón y nos confirma la sospecha.

¿Cómo sucede esto? En un dialogo reciproco entre el cerebro y el cuerpo; el cerebro recibe de los sentidos la información emocional (alegría, tristeza…) que entonces se expresa en variables corporales. Pero el cuerpo también comunica variables corporales que el cerebro identifica inconscientemente para decidir si siente una emoción. Éstas variables corporales son señales fisiológicas que percibimos inconscientemente: de ahí la corazonada o como decimos en castellano presentimiento (sentimiento previo)

Los estados emocionales afectan a la toma decisiones, porque son decisiones inconscientes que la corteza cerebral evalúa en alternativas; al hacerlo valora los riesgos y fracasos que terminan expresándose en formato cuerpo. El cuerpo “siente” un riesgo y el cerebro lo percibe en signos como: incremento transpiración, latidos del corazón, aumento flujo sanguíneo…haciendo que sea una corazonada, algo inconsciente que me lleva a tomar una decisión.